Hace unos tres o cuatro años, en alguno de sus viajes a Santiago, Jaime Bayly quedó a centímetros de mí (¿o yo de él?, todo depende del cristal con que se mire) Justo en el lugar preciso para hacerle una pregunta que me comía por dentro.
Por aquel entonces, o un poco antes, Chilevisión exhibía un show conducido (nunca me he atrevido a decir “animado”) por el escritor peruano. Un programa brillantemente titulado como “El show de Jaime Bayly”. El estelar, aparentemente grabado en Miami, partió con invitados y banda. Una especie de Noche de Gigantes remasterizada y con un Don Francisco claramente menos cabezón y más gay.
En el set los acontecimientos iban y venían, igual que el humor y la música, con total naturalidad. ¡Bum!, ¡Bam!, ¡Pow! Alegría y colores inundaban la pantalla. Hasta que de pronto, algún sábado (porque lo transmitían los sábados… lógico) todo cambió.
El plató empequeñeció de manera radical y el programa de conversación y banda en vivo se convirtió en una cámara fija, frente a la cual monologaba Bayly largos minutos. Más un guitarrista que hacía las veces de “banda”, pero que no se veía, ya que, como ya advertí, sólo había una cámara que permanecía fija delante del bisexual literato.
Admirado frente a tal magnitud de mediocridad y decadencia, aquella tarde a centímetros de Bayly, no pude si no preguntarle precisamente por eso. “Jaime -le dije- la decadencia de tu show… ¿fue preparada o tan sólo ocurrió?” Y qué creen. Pues sólo ocurrió.
No era la respuesta que mis tiernos albores en el periodismo necesitaban. Yo quería saber que él estaba detrás de todo eso. Yo quería descubrir que había gente que podía hacer un trabajo mediocre porque esa es la idea y no porque la falta de recursos le obligara a usar plumavit para levantar una escenografía (lo lamento UCV. Los he seguido con atención, pero parece que lo suyo es la falta de recursos)
Pero no. Bayly no lo había hecho a propósito. ¿Entonces?... yo lo haría. Me lo juramenté y aquí me tienen.
He caminado por los sinuosos senderos de la mediocridad y créanme… uno puede llegar a ser muy bueno en esto. Uno puede hasta descollar. Pero hay que proponérselo. Caer en la mediocridad (o la decadencia) sin buscarla, puede ser motivo de reconocimiento por parte de otro idiota. Sin embargo, no será más que el azar adelantándose a nuestros esfuerzos. Y no nuestros esfuerzos ganándole al azar.
Lo pongo en otros términos. ¿Cuál es la gracia de que Brasil gane un mundial de fútbol si nacieron buenos para la pelota? ¿No sería más bonito que Venezuela, El Salvador o el mismo Chile consiguieran el logro, ya que no poseen el talento? Pues a usted nadie le celebrará su mediocridad si la trae de la cuna. Lo meritorio es cultivarla y desarrollarla.
A propósito, ¿le doy un consejo? Cuando le digan que su trabajo está mal hecho o parece mediocre, diga que es pensadamente “artesanal”. Siempre suena cool.
Y no pierda tiempo. ¡Sea mediocre, ya!, pero sea de los buenos… No sea mediocre.
Por aquel entonces, o un poco antes, Chilevisión exhibía un show conducido (nunca me he atrevido a decir “animado”) por el escritor peruano. Un programa brillantemente titulado como “El show de Jaime Bayly”. El estelar, aparentemente grabado en Miami, partió con invitados y banda. Una especie de Noche de Gigantes remasterizada y con un Don Francisco claramente menos cabezón y más gay.
En el set los acontecimientos iban y venían, igual que el humor y la música, con total naturalidad. ¡Bum!, ¡Bam!, ¡Pow! Alegría y colores inundaban la pantalla. Hasta que de pronto, algún sábado (porque lo transmitían los sábados… lógico) todo cambió.
El plató empequeñeció de manera radical y el programa de conversación y banda en vivo se convirtió en una cámara fija, frente a la cual monologaba Bayly largos minutos. Más un guitarrista que hacía las veces de “banda”, pero que no se veía, ya que, como ya advertí, sólo había una cámara que permanecía fija delante del bisexual literato.
Admirado frente a tal magnitud de mediocridad y decadencia, aquella tarde a centímetros de Bayly, no pude si no preguntarle precisamente por eso. “Jaime -le dije- la decadencia de tu show… ¿fue preparada o tan sólo ocurrió?” Y qué creen. Pues sólo ocurrió.
No era la respuesta que mis tiernos albores en el periodismo necesitaban. Yo quería saber que él estaba detrás de todo eso. Yo quería descubrir que había gente que podía hacer un trabajo mediocre porque esa es la idea y no porque la falta de recursos le obligara a usar plumavit para levantar una escenografía (lo lamento UCV. Los he seguido con atención, pero parece que lo suyo es la falta de recursos)
Pero no. Bayly no lo había hecho a propósito. ¿Entonces?... yo lo haría. Me lo juramenté y aquí me tienen.
He caminado por los sinuosos senderos de la mediocridad y créanme… uno puede llegar a ser muy bueno en esto. Uno puede hasta descollar. Pero hay que proponérselo. Caer en la mediocridad (o la decadencia) sin buscarla, puede ser motivo de reconocimiento por parte de otro idiota. Sin embargo, no será más que el azar adelantándose a nuestros esfuerzos. Y no nuestros esfuerzos ganándole al azar.
Lo pongo en otros términos. ¿Cuál es la gracia de que Brasil gane un mundial de fútbol si nacieron buenos para la pelota? ¿No sería más bonito que Venezuela, El Salvador o el mismo Chile consiguieran el logro, ya que no poseen el talento? Pues a usted nadie le celebrará su mediocridad si la trae de la cuna. Lo meritorio es cultivarla y desarrollarla.
A propósito, ¿le doy un consejo? Cuando le digan que su trabajo está mal hecho o parece mediocre, diga que es pensadamente “artesanal”. Siempre suena cool.
Y no pierda tiempo. ¡Sea mediocre, ya!, pero sea de los buenos… No sea mediocre.
10 comentarios:
Querido amigo muchas gracias por todos tus comentarios hoy, me hace muy feliz todo lo que lei de tus dedos en la linea 2... (No hare mas eso que me pediste, pero tu tienes que decir en mi nombre todo lo que te dije y sin verguenza... Te queda verguenza conmigo??? NO CREO ajajajajaj)
oye pasando al post propio mmmm... Amaba a Jaime Baily hasta que le dio un beso a no se quien y me dio cosa (a lo doctor chapatin) y si, disfruto escuchandolo al loco, es un tipo como pocos, pero... Sera de verdad bisexual o es "nunca quedas mal quedas mal con nadie (8)"
recuerda que mi deformacion profesional la lleva... jajajajaja
Oye si poh, espero llegar a ser una de las mediocres wenas en "necesidades especiales" o sea DEEEEEEESCOLLAR EN LAS FUTURAS CONFERENCIAS QUE DE y primicia para ti amigo mio, se viene mi primer libro... si tienes amigos editores yuyame weno????
Te quiero mucho, gracias por tooooooooodo lo que dia a dia conversamos y la energia linda con la que me ayudas a nutrirme... Beso!
No sé si sea rollo mío o no, pero tu texto me dejó pensando...realmente da mucho que reflexionar...El problema, creo yo, que para decidir ese camino (si preferimos ser perfectos o mediocres en la vida) es saber de dónde se viene...y claramente, para ser mediocre (y como bien tu lo dices) hay que practicarlo a la perfeccion!...uf!! Complicado, pero ahí estará revoloteando el pensamiento por algunos días. Gracias por la entretención jejeje
Besos...
Coincido en algunos puntos, pero siento una pequeña confusión... para ser un buen mediocre ¿hay que esforzarse? o simplemente dejarse llevar en la mediocridad como lo haría un buen mediocre...les dejo la duda...
La respuesta está en tu corazón... escúchalo.
Mi estimado primo, mi opinión es que debes ser tan mediocre como para vivir en un equilibrio entre el éxito deseado y el peso de conciencia de no esforzarse para conseguirlo. ¡Esta es la técnica que me mantiene alejado de Putaendo!
RESPETABLES LECTORES DE ESTE BLOG, LES DEJO MI MANDAMIENTO:
"No pagues el éxito con una úlcera"
Me puse profundo, bueno, tan profundo como puedo llegar a ser...
Saludos!
si me permiten IIIIIDOLOOOOOOOOO FRANCISCOOOOOOOOOOO!!!!!!!
Vaya, vaya. Estoy impactado, porque muchas veces me he topado con gente que no entiende lo de la mediocridad. Sin embargo el debate aquí no giró en torno a eso, si no a la forma en cómo llegar a esa mediocridad. Así que se potenció el debate, cosa que agradezco y valoro.
Saludos a todos y felicidades, Francisco. Ya te encuentran ídolo.
Ehhhh!!!! Nunca pensé que mi mediocridad me valiera el título de ídolo.... Estoy sumamente orgulloso. :)
Saludos!
Ya lo escribí en el post, mi buen Francisco: uno piede llegar ser muy bueno en esto. Y que la mediocridad no te la gane. Sé el más mediocre de todos!
sientete orgulloo no mas francisco... son pocos mis Idolos en este mundo... cierto Franco?
Publicar un comentario