No hace mucho, Informe Especial se despachó otro de esos reportajes alusivos a nuestra historia medianamente reciente y qué tan bien nos hacen como chilenos. Para conocernos, para re-conocernos y para no repetir nuestros errores (pucha que hablo bonito).
Así, las aberrantes prácticas del brazo torturador del ejército otra vez nos dejaron boquiabiertos. Pero lo que más me produjo desconcierto y, por qué no, admiración, fue el poder del temible “gas mostaza”.
¿Cómo un gas con nombre tan amigable podría destruirnos? Sé, por propia experiencia, que la mostaza no es la mejor amiga de un colon irritable o un hígado tras la hepatitis. Pero sé también que al pensar en mostaza se me vienen a la mente lindos momentos felices. Algún cumpleaños, el completo después del primer día de clases, en fin.
No obstante, ahí lo tienen: el temible gas mostaza. Con un merecido lugar al lado de su sarín o su propano de alta densidad. Y con un rol preponderante, al parecer, en la muerte del Eduardo Frei Montalva.
¡Gas mostaza!... ¿No podían inventarle un nombre aún menos desafiante? ¿Habrá nacido producto de una chacota?, ¿la idea habrá cristalizado justo en medio de una completada de la DINA y no hallaron nada mejor que ponerle el nombre de lo primero que vieron al frente?
Pensé en la maldad y el gas mostaza. Traté de asociar ambos conceptos. Pero no pude. No imaginé más que a un perverso archienemigo de Superman (el doctor Sándwich, ¿por qué no?) quien teniendo acorralado al hombre de acero, lo observa con risa maligna y le espeta un profundo: “despídete, Superman, ahora te cocinaré con mi temible gas mostaza!!!”.
¿Qué inventarán mañana?, ¿el peligroso gas ketchup? O como dijo un amigo, quizás nos salgan con el criollo y abominable gas merquén.
Lo sé. Es extraña la observación. Pero no pretendo entramparme en una discusión sobre la gravedad de lo que pasó con el gas mostaza. Sé que todo fue muy grave y espero que nunca más en Chile se repita. Pero por lo mismo… ¿no es curioso que un gas con ese nombre pueda provocar tanto desastre?
Ahora, si lo usaron como estrategia para suavizar el asunto si es que los casos llegaban algún día a la justicia, creo que fue notable. Imagino que leer en un expediente que: “la víctima fue roseada con gas mostaza para luego sufrir sucesivas descargas de mayonesa, mientras los puntos más sensibles de su cuerpo recibían pinchazos de palta”, debe resultar hasta festivo.
Así que, de ahora en más, tratemos de ponernos serios con los nombres, porque si hablamos de gas es preciso ser lo más violentos posible. Ahí tienen ustedes el experimento de los balones Lipigas con olor a limón. Claro, olía agradable, pero si había un escape íbamos a desplomarnos inconcientes jurando que era el nuevo Poett lima-limón, sin darnos ni cuenta. El gas tiene mal olor y es por algo. Quizás para los nombres necesitemos la misma lógica.
Y a todo esto… ¿qué gas encontrarías de verdad temible?
Así, las aberrantes prácticas del brazo torturador del ejército otra vez nos dejaron boquiabiertos. Pero lo que más me produjo desconcierto y, por qué no, admiración, fue el poder del temible “gas mostaza”.
¿Cómo un gas con nombre tan amigable podría destruirnos? Sé, por propia experiencia, que la mostaza no es la mejor amiga de un colon irritable o un hígado tras la hepatitis. Pero sé también que al pensar en mostaza se me vienen a la mente lindos momentos felices. Algún cumpleaños, el completo después del primer día de clases, en fin.
No obstante, ahí lo tienen: el temible gas mostaza. Con un merecido lugar al lado de su sarín o su propano de alta densidad. Y con un rol preponderante, al parecer, en la muerte del Eduardo Frei Montalva.
¡Gas mostaza!... ¿No podían inventarle un nombre aún menos desafiante? ¿Habrá nacido producto de una chacota?, ¿la idea habrá cristalizado justo en medio de una completada de la DINA y no hallaron nada mejor que ponerle el nombre de lo primero que vieron al frente?
Pensé en la maldad y el gas mostaza. Traté de asociar ambos conceptos. Pero no pude. No imaginé más que a un perverso archienemigo de Superman (el doctor Sándwich, ¿por qué no?) quien teniendo acorralado al hombre de acero, lo observa con risa maligna y le espeta un profundo: “despídete, Superman, ahora te cocinaré con mi temible gas mostaza!!!”.
¿Qué inventarán mañana?, ¿el peligroso gas ketchup? O como dijo un amigo, quizás nos salgan con el criollo y abominable gas merquén.
Lo sé. Es extraña la observación. Pero no pretendo entramparme en una discusión sobre la gravedad de lo que pasó con el gas mostaza. Sé que todo fue muy grave y espero que nunca más en Chile se repita. Pero por lo mismo… ¿no es curioso que un gas con ese nombre pueda provocar tanto desastre?
Ahora, si lo usaron como estrategia para suavizar el asunto si es que los casos llegaban algún día a la justicia, creo que fue notable. Imagino que leer en un expediente que: “la víctima fue roseada con gas mostaza para luego sufrir sucesivas descargas de mayonesa, mientras los puntos más sensibles de su cuerpo recibían pinchazos de palta”, debe resultar hasta festivo.
Así que, de ahora en más, tratemos de ponernos serios con los nombres, porque si hablamos de gas es preciso ser lo más violentos posible. Ahí tienen ustedes el experimento de los balones Lipigas con olor a limón. Claro, olía agradable, pero si había un escape íbamos a desplomarnos inconcientes jurando que era el nuevo Poett lima-limón, sin darnos ni cuenta. El gas tiene mal olor y es por algo. Quizás para los nombres necesitemos la misma lógica.
Y a todo esto… ¿qué gas encontrarías de verdad temible?
11 comentarios:
Yo vi ese programa y aunque no tengo ninguna inclinacion politica me impresiono enormemente hasta donde llega maldad crueldad y frialdad humana. IM PRE SIO NAN TE!!.
Con respecto al gas mostaza, se llama asi por que realmente contiene mostaza. Su nombre real es "Mostaza azufrada" o "azufre de mostaza", no es la pasta que consumimos pero si la especia. Podria caer en la explicacion quimica pero congele y no quiero pensar ni en quimicas ni biologias ni nada de eso pero si te aclaro algo creo.
Cuidate lolo y relajate un poco...
Sólo quiero consultar, ya que siento una profunda preocupación, acerca de lo leído en el último párrafo de esta columna... eso de los balones con gas olor a limón si que es preocupante...mueres intoxicado por gas pero con un agradable aroma a limón en tus narices... como dijo un gran sabio por ahí ¿qué se les irá a ocurrir después?
lea y recomiende
www.malreportero.blogspot.com
no sabia aquello de los balones de gas... para variar me has enseñado algo Franco...
Oye es terrible eso del gas mostaza pero te juro que he quedado con sendo ataque de risa y no puedo tomarle mucho peso....
el Gas Cappuccino seria mi perdicion.... o el gas chocolate.... Que terrible!!!! Moriria en extasis!!!
ya amigo mio, voy saliendo con mi amor... Como siempre muchas gracias por estar ahi... te quiero mucho, besitos en tu pancita con permiso de nanita... Shit me salio verso!!!
Adios!!!
sorry me devolvi por que me falto un detalle... Ayer comimos completos con mi novio y tenian muuuuuuuuuucha mostaza... seran esos los culpables encubiertos???? Wuajajajajajajajajajajajajajaja
jajaja buenísima la del doctor Sandwich!! =)
A mí también siempre me llamó la atención el nombre de este gas. Frei Montalva murió envenenado con un gas ¿de mostaza?... Raro, no?
Saludos!
Así es, amigo Cristian. Imagínate que cada vez que alguien partía un limón yo creía que había escape de gas. Era una locura... Con lo buenos que somos para las agüitas de limón.
Si que lo éramos, claro que sí... igual me parece feo que nos burlemos de la creatividad de los agentes DINA, ellos si que pensaban sus operaciones, pensemos en su creatividad. Cuando se dieron cuenta que los cuerpos que tiraban al mar salían a flote, nada mejor que amarrarles un riel de tren para que cayeran hasta el fondo del océano... sin duda, unos maestros de la física... Hxxx de Pxxx
Caballero, muchas gracias por tu comentario, siempre es bueno tener una opinión de lo que uno hace. En estos momentos estoy fuera de Santiago y me encuentro en un cyber café, por lo tanto tiempo corre. Cuando vuelva a la urbe leeré con detención tus textos.
Veo tu programa bastante seguido y sacaría ahora mismo del panel a Ena Von Baer.
Saludos.
Rock & Roll.
Genial el comentario... Pero bueno, "de todo hay en la viña del Señor", como dice el dicho. Y el nombre de este gas da para todo.
Un gas verdaderamente temible es el propio, y si es de perro, aún peor.
http://guaucomic.blogspot.com
PD: Se agradece la visita.
entonces se podria comparar a la DINA con las cadenas de comida rapida como doggis y esas por el estilo
igual eberian chilenisar mas ese gas y hacer una gas aji cacho de cabra pa sentirnos mas identificados por ultimo
un beso gracias por pasar por mi flog
bye bye
Jajajaja....interesante tu comentario....me imaginé incluso un gas "pebre" ....con finos aromas a cebolla...ahora deberia ser algo carisimo...ajajjaa
Saludos...buenisimo el blog!!
Buenisimo tambien los temas....es como estos argentinos que estuvieron de moda el año pasado....o hace como un par de años....Miranda! pero un poco mas depresivo, melancolico y mas instrumental.
Saludos!..mi blog lo tengo medio botado espero que sea momentaneo...jajajaa
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