a seguir llenando las líneas de un muy bonito registro de la VIDA misma
04 abril 2012
... Renovándonos
Pronto regresamos...
29 junio 2010
Cosas del fúol
Llamativa peculiaridad devenida del mundial, me han resultado los noticiarios. Por las famosas vuvuzelas. Es impactante, pero si se fija el lector, cada nota de prensa sí o sí parte con un "Ñeeeeeeee". Porque, claro, como todas comienzan con imagenes mundialeras, el audio ambiente no puede evitarlo y ahí nos llenamos de "Ñes".
"El equipo chileno prepara alineación titular para enfrentar su próximo partido -dice Amaro-, el informe es de Pepito Palote"... "Ñeeeeeee". "El comercio registra cifras increíbles este mes, gracias al mundial -anuncia Mónica Pérez-, la nota es de Fulanito Soto"... "Ñeeeeeeee".
En cualquier momento se nos viene un: "Fue detenido peligroso violador en San Felipe, nos amplía Tirsio Pelaez"... "Ñeeeeeeeee".
Lo otro, ¿ha notado usted que los vociferantes hinchas nacionales -entrevistados en el jolgorio previo a un partido- siempre repiten las cosas?... Ñeeeeeeee (jejeje, no broma, broma).
Pero en serio, haga la prueba y preste atención. Si el periodista les pregunta sobre el desempeño de Chile, inevitablemente las respuestas serán: "dos cero, dos cero", "que ponga al chupete, que ponga al chupete", "vamo a ganal, vamo a ganal".
Qué locura si masificáramos la modita y las conversaciones entre prensa y autoridades se conviertieran en un duplex permanente. "¿Cree que se aprobará el royalty?, ¿cree que se aprobará el royalty?", "estoy seguro que sí, estoy seguro que sí". "¿La Iglesia reconoce los abusos a menores?, ¿la Iglesia reconoce los abusos a menores?", "eso lo determinará la justicia, eso lo determinará la justicia".
¿Y los "ceachei" con los que indefectiblemente se terminan esas fugaces entrevistas a torcedores anónimos?: "Tenemos que ganar, grande Bielsa, ceacheiiiii!!!!". "Hay que jugar con Valdivia en el medio, Chile puede ganar, hay que poner huevos, ceacheiiiii!!!!!!". ¿Por qué no podemos terminar con un "muchas gracias" o un "eso sería"?
Ya lo dijo algún filósofo de la pelota. Son las cosas de fúol...
Ceacheiiiiii!!!!!!!!
"El equipo chileno prepara alineación titular para enfrentar su próximo partido -dice Amaro-, el informe es de Pepito Palote"... "Ñeeeeeee". "El comercio registra cifras increíbles este mes, gracias al mundial -anuncia Mónica Pérez-, la nota es de Fulanito Soto"... "Ñeeeeeeee".
En cualquier momento se nos viene un: "Fue detenido peligroso violador en San Felipe, nos amplía Tirsio Pelaez"... "Ñeeeeeeeee".
Lo otro, ¿ha notado usted que los vociferantes hinchas nacionales -entrevistados en el jolgorio previo a un partido- siempre repiten las cosas?... Ñeeeeeeee (jejeje, no broma, broma).
Pero en serio, haga la prueba y preste atención. Si el periodista les pregunta sobre el desempeño de Chile, inevitablemente las respuestas serán: "dos cero, dos cero", "que ponga al chupete, que ponga al chupete", "vamo a ganal, vamo a ganal".
Qué locura si masificáramos la modita y las conversaciones entre prensa y autoridades se conviertieran en un duplex permanente. "¿Cree que se aprobará el royalty?, ¿cree que se aprobará el royalty?", "estoy seguro que sí, estoy seguro que sí". "¿La Iglesia reconoce los abusos a menores?, ¿la Iglesia reconoce los abusos a menores?", "eso lo determinará la justicia, eso lo determinará la justicia".
¿Y los "ceachei" con los que indefectiblemente se terminan esas fugaces entrevistas a torcedores anónimos?: "Tenemos que ganar, grande Bielsa, ceacheiiiii!!!!". "Hay que jugar con Valdivia en el medio, Chile puede ganar, hay que poner huevos, ceacheiiiii!!!!!!". ¿Por qué no podemos terminar con un "muchas gracias" o un "eso sería"?
Ya lo dijo algún filósofo de la pelota. Son las cosas de fúol...
Ceacheiiiiii!!!!!!!!
08 abril 2010
¿Vamos juntando agüita?
No hace mucho leí una columna del buen @dmatamala, donde mencionaba que todo chileno, por estos días, ha escuchado algún rumor, proveniente del amigo de un amigo que conoce a alguien que trabaja en la Onemi y que le dijo que hay que juntar agua, porque "se viene otro grande". Y el tema me interesó porque, efectivamente, en lo que va de las últimas dos semanas, me he topado por lo menos con 3 rumores iguales. Y siempre es lo mismo: que alguien se encontró con un primo en el supermercado, que estaba comprando muchos bidones de agua, porque un amigo que trabaja en la Onemi le había dicho que se venía otro terremoto enorme.
¿Por qué será que en todos los casos el dato siempre es como lejano?: lo cuenta el amigo de un amigo, un conocido de no se quién, el primo de alguien... Imagino que, de ser cierto el anuncio, el método de difusión debe ser curiosísimo. Onda: "¿sabís qué?, tengo confirmado que se viene un terremoto grande. Pero no le contís a tu familia. A nadie cercano. Mejor dile a algún amigo que no ves hace tiempo, que le cuente al amigo de un primo lejano que junte agua, porque se viene otro".
Además, casi siempre el rumor parte de alguien que trabaja en la ONEMI. Y está bien... entiendo que la ONEMI por estos días sufre de un pequeño lapsus de "mala imagen"... pero de ahí a pensar que en ella trabajan puros idiotas, creo que es mucho. Porque, por dios, si cualquiera de nosotros sabe perfectamente que un terremoto es impredecible, quiero suponer que las personas de ONEMI, también lo saben. Y hasta mejor que nosotros. Entonces, ya desde ahí, como que el rumor vía "alguien que trabaja en la ONEMI", carece de sentido.
Y de hecho, la cosa puede ser aún peor, porque a mí me han llegado rumores que mencionan hasta un geólogo. ¡Un geólogo!. Es decir, podría aceptar que el tipo de la ONEMI sea el que prepara el café y no cacha mucho de sismología. Pero pretender que un geólogo ande esparciendo que se viene un terremoto, es como un poco mucho, ¿no?
Me gustaría conocer a ese geólogo. A ese especialista que debe andar como energúmeno comprando bidones de 5 litros en los supermercados y contándole a primos lejanos que se vienen un terremoto. De más está decir que si usted se lo topa en su próxima ida al Santa Isabel, por favor atrápelo, guárdelo y muéstremelo (cuestión que agradeceré tanto como si alguien hace lo mismo con un duende de esos que cuidan la palangana de oro al final del arcoiris... Es que creo que encontrar a cualquiera de los dos será igual de difícil).
Es que es irrisorio tener que repetirlo, pero NO SE PUEDE PREDECIR UN TERREMOTO... Aunque, cabe señalar que en el norte grande (y permítame el criollismo) "están hasta el pico", porque viven sobre una laguna sísimica (igualita a la que había en Concepción hasta el 27 de febrero) y que no es una laguna de esas bonitas para ir a sacarse fotos, precisamente. Pero, sea como sea, a los amigos de esa zona les puede quedar la real cagada hoy día mismo, como en 20 años más. Así que si pretenden guardar agua, por último sería bueno que la fueran renovando cada ciertos lustros.
Llamo a la tranquilidad. Es mi aporte al proceso de disminución en la velocidad de desquiciamiento de nuestro pueblo... Y a propósito, ¿usted ha escuchado el rumor de que se viene el otro?
¿Por qué será que en todos los casos el dato siempre es como lejano?: lo cuenta el amigo de un amigo, un conocido de no se quién, el primo de alguien... Imagino que, de ser cierto el anuncio, el método de difusión debe ser curiosísimo. Onda: "¿sabís qué?, tengo confirmado que se viene un terremoto grande. Pero no le contís a tu familia. A nadie cercano. Mejor dile a algún amigo que no ves hace tiempo, que le cuente al amigo de un primo lejano que junte agua, porque se viene otro".
Además, casi siempre el rumor parte de alguien que trabaja en la ONEMI. Y está bien... entiendo que la ONEMI por estos días sufre de un pequeño lapsus de "mala imagen"... pero de ahí a pensar que en ella trabajan puros idiotas, creo que es mucho. Porque, por dios, si cualquiera de nosotros sabe perfectamente que un terremoto es impredecible, quiero suponer que las personas de ONEMI, también lo saben. Y hasta mejor que nosotros. Entonces, ya desde ahí, como que el rumor vía "alguien que trabaja en la ONEMI", carece de sentido.
Y de hecho, la cosa puede ser aún peor, porque a mí me han llegado rumores que mencionan hasta un geólogo. ¡Un geólogo!. Es decir, podría aceptar que el tipo de la ONEMI sea el que prepara el café y no cacha mucho de sismología. Pero pretender que un geólogo ande esparciendo que se viene un terremoto, es como un poco mucho, ¿no?
Me gustaría conocer a ese geólogo. A ese especialista que debe andar como energúmeno comprando bidones de 5 litros en los supermercados y contándole a primos lejanos que se vienen un terremoto. De más está decir que si usted se lo topa en su próxima ida al Santa Isabel, por favor atrápelo, guárdelo y muéstremelo (cuestión que agradeceré tanto como si alguien hace lo mismo con un duende de esos que cuidan la palangana de oro al final del arcoiris... Es que creo que encontrar a cualquiera de los dos será igual de difícil).
Es que es irrisorio tener que repetirlo, pero NO SE PUEDE PREDECIR UN TERREMOTO... Aunque, cabe señalar que en el norte grande (y permítame el criollismo) "están hasta el pico", porque viven sobre una laguna sísimica (igualita a la que había en Concepción hasta el 27 de febrero) y que no es una laguna de esas bonitas para ir a sacarse fotos, precisamente. Pero, sea como sea, a los amigos de esa zona les puede quedar la real cagada hoy día mismo, como en 20 años más. Así que si pretenden guardar agua, por último sería bueno que la fueran renovando cada ciertos lustros.
Llamo a la tranquilidad. Es mi aporte al proceso de disminución en la velocidad de desquiciamiento de nuestro pueblo... Y a propósito, ¿usted ha escuchado el rumor de que se viene el otro?
08 marzo 2010
A propósito del terremoto…
Para qué le voy a mentir… La actualización de este blog (el cual no había sido renovado desde mediados de enero, debido al merecido asueto de la vacación protagonizado por el autor), iba a convertirse en un gran evento. Teníamos pensada nueva gráfica y todas esas sorpresas que blogspot permite generar con facilidad, porque vienen todas pre hechas. Pero, cuento corto: hubo un terremoto (y maremoto, la hueá Brígida, ¿no?)
Y ya que estamos siendo honestos, tendré que admitir tres cosas importantes. Primero, que para el “terrible ni que movimiento” estuve a 30 segundos de encontrarme sentado -adivine dónde- ¡en la taza del water! (… evidentemente haciendo caquita, porque no soy ni seré jamás de los que se siente para una simple meadita, no señor).
Ocurre que mi siempre traviesa panza estuvo a punto de hacerme una de sus tradicionales jugarretas nocturnas (esto es, una poco rítmica sinfonía intestinal acompañada de molestos dolores en las cercanías del bajo vientre), pero no cedí a sus retorcijones -decidiendo hacer cualquier tipo de evacuación al día siguiente- y fue así que me evité la espantosa anécdota de haber pasado un sismo grado 8 con el trasero embadurnado en heces.
Lo sé… no sería nada comparado con todo lo ocurrido en las regiones afectadas. Pero déjeme solazarme con la tranquilidad de saber que mis vecinos no vieron la deshonrosa imagen que hubiese significado tener a este pobre chiquillo a poto pelado y con el popín a medio evacuar, justo después del terremoto de nuestras vidas.
De todas formas, y como nota al margen, puedo decir que con el terremoto no me cagué, a pesar de lo cerca que, fisiológicamente hablando, estaba ya del asunto.
Segundo, que me reconcilié con Chile -luego de los saqueos y toda esa vergonzosa muestra de lo peor que tenemos- al ver que la cifra obtenida por la Teletón “Chile Ayuda a Chile” resultó claramente mayor que la imaginada… (meta de la que me siento orgullosamente partícipe, tras una donación que mi conocido espíritu “ahorrativo” nunca hubiese imaginado).
Y la tercera. Que hoy más que nunca me confunde eso de la “madre naturaleza”. Porque, claro, uno podría decir que fuimos ultra golpeados por la madre naturaleza, pero créame que en estas circunstancias me complica harto llamarla “madre”. Es que de la mía recuerdo su merecido coscacho o su buen tapabocas cuando decía yo alguna grosería. ¿¿Pero esto?? Es como si nuestra madre nos diera el tapabocas, un par de palmetazos, nos meara y nos metiera la cabeza en el water.
Pero, en fin, es hora de seguir adelante, de ayudar mucho y de agradecer.
Es por eso que agradezco principalmente (dado el carácter internacional de este blog) las muestras de apoyo y cariño que por la vía de la internet muchos amigos extranjeros me han hecho llegar, y por mi intermedio a Chile entero.
De corazón, gracias por la preocupación y el apoyo.
Ah… y hemos volvío. Para quedarnos, así que Serefranco hay por mucho rato.
Y ya que estamos siendo honestos, tendré que admitir tres cosas importantes. Primero, que para el “terrible ni que movimiento” estuve a 30 segundos de encontrarme sentado -adivine dónde- ¡en la taza del water! (… evidentemente haciendo caquita, porque no soy ni seré jamás de los que se siente para una simple meadita, no señor).
Ocurre que mi siempre traviesa panza estuvo a punto de hacerme una de sus tradicionales jugarretas nocturnas (esto es, una poco rítmica sinfonía intestinal acompañada de molestos dolores en las cercanías del bajo vientre), pero no cedí a sus retorcijones -decidiendo hacer cualquier tipo de evacuación al día siguiente- y fue así que me evité la espantosa anécdota de haber pasado un sismo grado 8 con el trasero embadurnado en heces.
Lo sé… no sería nada comparado con todo lo ocurrido en las regiones afectadas. Pero déjeme solazarme con la tranquilidad de saber que mis vecinos no vieron la deshonrosa imagen que hubiese significado tener a este pobre chiquillo a poto pelado y con el popín a medio evacuar, justo después del terremoto de nuestras vidas.
De todas formas, y como nota al margen, puedo decir que con el terremoto no me cagué, a pesar de lo cerca que, fisiológicamente hablando, estaba ya del asunto.
Segundo, que me reconcilié con Chile -luego de los saqueos y toda esa vergonzosa muestra de lo peor que tenemos- al ver que la cifra obtenida por la Teletón “Chile Ayuda a Chile” resultó claramente mayor que la imaginada… (meta de la que me siento orgullosamente partícipe, tras una donación que mi conocido espíritu “ahorrativo” nunca hubiese imaginado).
Y la tercera. Que hoy más que nunca me confunde eso de la “madre naturaleza”. Porque, claro, uno podría decir que fuimos ultra golpeados por la madre naturaleza, pero créame que en estas circunstancias me complica harto llamarla “madre”. Es que de la mía recuerdo su merecido coscacho o su buen tapabocas cuando decía yo alguna grosería. ¿¿Pero esto?? Es como si nuestra madre nos diera el tapabocas, un par de palmetazos, nos meara y nos metiera la cabeza en el water.
Pero, en fin, es hora de seguir adelante, de ayudar mucho y de agradecer.
Es por eso que agradezco principalmente (dado el carácter internacional de este blog) las muestras de apoyo y cariño que por la vía de la internet muchos amigos extranjeros me han hecho llegar, y por mi intermedio a Chile entero.
De corazón, gracias por la preocupación y el apoyo.
Ah… y hemos volvío. Para quedarnos, así que Serefranco hay por mucho rato.
(Deje no más su saludo de apoyo, su tallita de ánimo, en fin. Todo será bienvenido)
04 enero 2010
Chau Sandro... (el adiós a un verdadero rockstar)
Hoy no les haré reír... (verdaderamente nunca lo hago, aunque por alguna razón mis lectores se empeñan en reír con lo que escribo. Pero bué). Hoy hablaré desde la pena que me invade por la partida de un grande.
Primero fueron esas noches de infancia, muy ochenteras, cuando mi mamá sintonizaba "Una Vez Más" o cualquier estelar de canal 13 (ya que Televisión Nacional no se veía ni por si acaso entre los cerros de Viña, donde me crié) y repetía con entusiasmo que esa noche estaría Sandro... El Gitano. Un Sandro que, enfundado en batas y lycras apretadas no era si no la más apasionada apología de ese Elvis que el mundo viera perderse en un destellante ocaso de Las Vegas. Un Sandro que, con esas características, harto lejos estaba de convertirse en referente para un mozuelo que vibraba con Soda Stereo o se apasionaba con Charly García. Pero que se ganaba un espacio.
Luego, pequeños chispazos de su música que fueron quedando y fueron quedando. Luego, una pequeña biografía comprada por pocos pesos de entre los libros de bolsillo más baratos en alguna librería de Corrientes. Luego, enviciarme con el DVD que más veces ha sido alojado en mi reproductor. El de Sandro desplegando virtuosismo sobre el escenario de la Quinta Vergara en plena década del '70, registrado por las primeras cámaras "a color" de la televisión chilena.
Luego, verlo y reverlo, cantando con la Adriana, una y otra vez "Rosa", "Te Propongo" y tantas otras. Quedando boquiabiertos cada vez que el Gitano vuelve a moverse (producto de las vibraciones que capta el termómetro de energía que él mismo se encarga de enseñarnos en su pierna) como si 200 mil voltios de música pasaran por su enfervorizado cuerpo.
Luego, dar la "lata" a decenas de amigos que ya saben que en un buen carrete en mi hogar, a eso de las 3 de la mañana, es número puesto el DVD de Sandro (tanto así que no falta el amigo que se ha tenido que mamar ya dos veces el famoso registro)...
Luego... luego de todo eso... enterarme que a las 20:40 horas del lunes 4 de enero de 2010 había dejado de existir... fue lo más triste.
Hace poco nos pasó algo similar con "la negra". Mercedes Sosa se despedía de improviso y uno quedaba con tantas ganas de poder disfrutarla otra vez. La diferencia es que a Mercedes la tuve desde pequeño. La sentí muy cerca cuando mis oídos daban sus primeros pasos en la búsqueda de esos acordes y fraseos que definirían mi vida.
En cambio a Sandro lo descubrí más tarde. Fue un gusto que llegaría con la madurez. Quizás demasiado tarde.
Justo cuando mi edad y mis posibilidades económicas me hubiesen permitido viajar a verlo en algún regreso apoteósico al Luna Park o el Gran Rex, Don Sánchez -como le gustaba que le llamasen, en honor a su padre- se nos fue...
Lo recordaré por siempre y no dejaré de citarlo, cantarlo y verlo (ese DVD no desaparecerá jamás). Sólo una cosa deberé dejar... la tristeza. Porque ya lo decía Roberto: "No quiero que me lloren cuando me vaya a la eternidad, quiero que me recuerden como a la misma felicidad"...
Chau, Sandro. Hasta siempre...
N. del R.: Me disculpará el lector el tono melancólico de la presente columna. Prometo que, de no mediar la muerte de alguna otra emblemática estrella, volveré con el espíritu de siempre. Gracias por la comprensión.
26 diciembre 2009
Estamos en remodelación...
Pero, por favor, puede usted mencionar todo lo que le gustaría que tenga este sitio de cara al bicentenario. Tomaré debida nota de ello y le daré curso junto a mi equipo de guionistas de la europa del este que por un plato de comida escriben mis chistes y se aseguran con ello que no los denuncie a inmigración.
Muy feliz navidad y próspero año nuevo, como decían en los '80 las tarjetas Village que uno regalaba... ¿Existen todavía?
18 noviembre 2009
Augusto Leguía
Pedaleaba por Apoquindo en dirección a la oficina central de Metrogas, a saldar cuentas pendientes (básicamente las tres últimas) y borrar esa amenazante sombra del “corte en trámite”, cuando de pronto me crucé con una bocacalle, cuyo nombre llamó poderosamente mi atención: Augusto Leguía.
Y tanto me llamó la atención, que mientras esperaba la luz verde, pensaba quién diantre sería ese Augusto Leguía, hasta que de improviso se me prendió la ampolleta y díjeme: ¡claro!, esa persona no debe haber existido. Esta debe haber sido obra del gobierno militar. Lógico. Si basta leer atentamente: “Augusto Leguía”.
(Alusión evidente al líder de ese curioso proyecto Fondart conocido como “Dictadura”, a quien observamos en la foto Nº1 con semblante gracioso y pantalón casi a la altura de las tetillas).
La idea está la raja. Aunque podrían haber elegido un mensaje menos mamón. Porque el “Augusto Leguía” tiene un peligroso gustillo a calcomanía de micro, tipo “Dios es mi copiloto” o “Papito no corras”. Y evidentemente hay mensajes más potentes.
Podrían haber probado, incluso, con algo más juvenil, en la onda “Augusto Es Grosso” o “Augusto Lallea”.
Imagínese, no más, si otros hubiesen sido igual de astutos. Podríamos tener una calle “Michelle Leçuidà”, o “Lagos Leprotegge”, o incluso algo más aparatoso, pero igualmente vendedor, tipo: “Elgo Vierno Los Taciendolaraja”.
Y las posibilidades son increíbles. Sólo piense si los candidatos a la presidencia movieran sus hilos para cambiarle el nombre a pasajes o callejuelas por ahí. Nos toparíamos con “Marco Eliminaraelim Puestoallibro”, o “Sebastián Tedd Haaráun Bono” o “Eduardo Essuperen Tretenido".
… Ahora que lo pienso, la famosa “Mac Iver” debe ser un homenaje a la serie ochentera del gallo que hacía explosivos con un chicle y un alfiler de gancho. Y si camino un poquito más allá, no me extrañaría toparme con la avenida “Los Magníficos” o el pasaje “Miami Vice”.
¿Y usted decía que el gobierno de don Augusto no había sido aporte? Vaya y lávese esa boquita con sapolio, mentecato. ¿No ve que inventó las calles con “mensaje”?
........... Augusto Leguía………. Ja.
Y tanto me llamó la atención, que mientras esperaba la luz verde, pensaba quién diantre sería ese Augusto Leguía, hasta que de improviso se me prendió la ampolleta y díjeme: ¡claro!, esa persona no debe haber existido. Esta debe haber sido obra del gobierno militar. Lógico. Si basta leer atentamente: “Augusto Leguía”.
(Alusión evidente al líder de ese curioso proyecto Fondart conocido como “Dictadura”, a quien observamos en la foto Nº1 con semblante gracioso y pantalón casi a la altura de las tetillas).
La idea está la raja. Aunque podrían haber elegido un mensaje menos mamón. Porque el “Augusto Leguía” tiene un peligroso gustillo a calcomanía de micro, tipo “Dios es mi copiloto” o “Papito no corras”. Y evidentemente hay mensajes más potentes.
Podrían haber probado, incluso, con algo más juvenil, en la onda “Augusto Es Grosso” o “Augusto Lallea”.
Imagínese, no más, si otros hubiesen sido igual de astutos. Podríamos tener una calle “Michelle Leçuidà”, o “Lagos Leprotegge”, o incluso algo más aparatoso, pero igualmente vendedor, tipo: “Elgo Vierno Los Taciendolaraja”.
Y las posibilidades son increíbles. Sólo piense si los candidatos a la presidencia movieran sus hilos para cambiarle el nombre a pasajes o callejuelas por ahí. Nos toparíamos con “Marco Eliminaraelim Puestoallibro”, o “Sebastián Tedd Haaráun Bono” o “Eduardo Essuperen Tretenido".
… Ahora que lo pienso, la famosa “Mac Iver” debe ser un homenaje a la serie ochentera del gallo que hacía explosivos con un chicle y un alfiler de gancho. Y si camino un poquito más allá, no me extrañaría toparme con la avenida “Los Magníficos” o el pasaje “Miami Vice”.
¿Y usted decía que el gobierno de don Augusto no había sido aporte? Vaya y lávese esa boquita con sapolio, mentecato. ¿No ve que inventó las calles con “mensaje”?
........... Augusto Leguía………. Ja.
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