Si habíamos de perder, la cosa debía ser con escándalo. Pero como debe ser. Fuera de la cancha. Que bonito ver cómo la afición chilena tapaba con una lluvia de botellas la salida del árbitro en la semifinal con Argentina y me hacía rememorar con ello tantas jornadas en Sausalito, protagonizando en vivo esas mismas escenas en cualquier triste lance del Everton de fines de los noventa. El que me tocó ver jugar porque regalaban las entradas en los colegio para tener convocatoria.
Qué bonito ver cómo el chileno que lleva tantos años lejos de la patria no ha perdido ni un ápice de esa chilenidad hermosa que se vuelca en el garabato con el alma o en el proyectil con rabia que brota impune desde la masa enardecida.
Que bonito saber que ese mismo ímpetu con el que ahuyentamos a sillazos a un equipo argentino de Copa Davis, desde nuestra imponente cúpula del Parque O’Higgins (hoy “Arena Santiago”, como para ponerse a tono con el mundo), sigue vivo en los corazones de toda esa colonia que nutre de chilenos a cada rincón de Canadá.
Debo decir que me sentí orgulloso por todos. Por los chicos que soportaron golpes y humillaciones en los fríos camarines del estadio. Por aquel desconocido Peralta, a quien sin haber jugado un solo minuto en el Mundial le aplicaron corriente en (como dijo Solabarrieta) la “región costal” (luego, en el partido final con Austria, comprobaríamos que bien merecido se lo tenía por no meter la pelota en portería cuando quedó sólo frente al arquero) En fin… Sentí orgullo por todos.
Porque de quienes menos se esperaba un numerito, es de quienes leímos y escuchamos la crónica roja de esa noche en Toronto. Mientras el pelmazo de Vidal hacía ruido en la cancha con alegatos, faltas y más alegatos, tras el pitazo final, los involucrados en el escándalo no fueron si no un grupo de anónimos suplentes más una especial nómica de cabros “piola” del equipo titular.
Así, agrediendo con sus estómagos y narices a los puños y pies de la policía canadiense, figuraban Medina, Vidangossy o Tosseli, entre otros ilustres. Sí. Los mismos que dentro de la cancha habían guardado un comportamiento pasmosamente pueril, afuera se entreveraban en uno de esos episodios que se recordarán para siempre.
Porque la verdad sea dicha. Aunque nuestro país registra más escándalos que éxitos deportivos, los primeros tampoco son muchos. Así que se rememoran con cariño los pasaportes falsos de la selección juvenil de Pedro García, los ebrios que querían desayuno a las cinco de la mañana en la última Copa América y, cómo no, nuestro viejo y querido Cóndor Rojas, con el numerito más vistoso y lamentable que recuerde la nación (después del hecho de que la especialidad de Kristell Kobrich no existe en los juegos olímpicos… ¿Por qué no se especializó en una carrera que existiera en las olimpiadas? Quizás a usted no le importe, pero para mí eso es francamente un escándalo de nuestro deporte)
Y por supuesto, quedará para siempre en nuestros libros y en los relatos de un Solabarrieta 10, 20 o 30 años más viejo que hoy, lo acaecido en Toronto, como uno más de nuestros notables escándalos.
Aunque al final, lo más destacable. Lo más maravillosamente chileno en esa noche canadiense… sin duda, fue la presencia casi mística de Condorito. Allí estaba él. En la cancha. Flanqueado por dos efectivos de la más alta seguridad local, con sus ojotas, pataleando y echándose al suelo. Toda una mezcla de picardía, viveza, cobardía y estupidez del chileno. Todo en ese Condorito que pataleaba (pataleaba, sí!) mientras se lo llevaban detenido y cuya cabeza finalmente rodó por el gramado del terreno, luego de un forzado y lastimoso Plop!
No sé si lo leí en un diario o se lo escuché a alguien, pero era certero y conmovedor: “¡A Condorito no!”… “¡A Condorito no!”.
Video ::: Las imágenes que usted verá aquí son de alta crudeza y no están recomendadas para menores de edad
Por tierra
Hace 4 meses.
4 comentarios:
Yo tb habria gustado de ser una de las Chilenitas que le tiraron cosas al arbitro de shit, de mas que se lo merecia!!!! malditos argentinos tb (no se malentienda... no los odio a todos... solo a Moralez y a Aguero... Ya esta bien... a todos los de la seleccion argentina...
En fin... Salieron terceros y nos dieron una muestra de que en Chile no hay puros mala clase jugando que se curan se ponen mermelada en la cara y dejan la embarrá...
Amo ser Chilena sabes? fuera de todas nuestras conductas atipicas y a veces animalezcas siento que somos un pais de verdad, que vive de emociones, de piel y por que no decirlo... Disfruta y sufre colectivamente... Me gusta por que creo que somos un pais de Gente WENA... Puede que a veces destiñan y se pongan medios segregadores pero a la hora de los kiubos siempre hay alguien que me hace decir "vaya, en otras partes no pasa esto"...
Ando latera! jajaja parece que la lluvia me afecto...
Te quiero mucho!!! y gracias por estar siempre ahi...
Querido primo, es un gusto saludarte en este espacio, y felicitarte por el éxito de estar donde hoy estás.
Respecto del artículo, quiero comentar que da lata que, cuando por fin el país tiene el talento que se requiere para tan esquivo premio, como es el obtener un éxito deportivo (más aun futbolístico), termine en esta lamentable situación. Da lata que, como un pésimo chiste, salga todo mal, el día que mejor tiene que salir... Gracias a esa mezcla entre mafia (sr. Grondona), incapacidad y/o parcialidad (sr. Stark), y falta de jerarquía y viveza (los muchachos de la sub 20), Chile nuevamente se queda sin el éxito que creo, esta vez, se merecía. Cuento aparte es lo del enfrentamiento, que personalmente hubiese protagonizado, estando en la situación que estaban los jugadores, frustrados, vencidos, y sintiendose estafados.
Sigue con el buen trabajo, desde acá se te saludoa con orgullo.
Francisco!!! por dios, que gusto tenerte por aquí! He sabido que todo marcha bien por allá y te felicito por eso. La gente del Colegio Abolengo está orgullosísima y han tratado de ubicarte para una premiación a ex alumnos destacados. Quieren que les recomiendes algún nombre, jajaja. No, no, te buscan a ti!!!
Me gustaría saber si tienes algún sitio en la red para leer de ti.
Avísame y estemos en contacto. Ah, y feliz cumpleaños!!!!!!
Cómo pasa el tiempo, no?
Un abrazo
"Agrediendo con sus estómagos y narices a los puños y pies de la policía canadiense"... buenísima frase!!
Y el pobre Condorito... se quedó Exigiendo una Explicación!!
Publicar un comentario